El paso de la borrasca Filomena por amplio territorio de España ha puesto encima de la mesa un tema muy importante, la estructura a través de la poda de los olivos.
Un olivo bien formado es mucho más resistente a enfermedades, inclemencias climatológicas e incluso recolección mecanizada.
Las malas prácticas en la poda de muchos olivares hace que se generen ramas secundarias excesivamente prolongadas y poco accesibles. A la vez, con la carga de peso de la nieve, han colapsado y dejado muchos olivares destrozados.